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Nunca ha existido en el mundo un nivel de oxidación tan alto como hasta ahora: del stress social a la contaminación electromagnética del 5G, de los Chemstrails que envenenan nuestros cielos, de la yatrogenia farmacéutica con los efectos secundarios de los medicamentos, a los agrotóxicos de los alimentos industriales…

Cada vez son más los factores que oprimen a los seres humanos para que enfermen y se mueran.

Por eso hemos de ocuparnos de nuestra salud antes de perderla e incorporar protocolos preventivos detox.

En Microviver tenemos diferentes protocolos de limpieza: antiparasitario, intestinal, hepático…

Hoy vamos a hablar del intestino solamente.

En los intestinos, los procesos naturales de absorción de nutrientes y de eliminación de sustancias de deshecho, producto de la digestión, quedan seriamente comprometidos por la generación de adherencias residuales, putrefacción, disbiosis bacteriana,parasitosis, inflamación intestinal y estreñimiento.

Este ambiente interno constituye un importante foco de toxemia al que se enfrenta nuestro organismo constantemente,
dañando la mucosa intestinal, alterando negativamente la microbiota, agotando nuestro sistema inmunitario, debilitando de forma progresiva el hígado y en consecuencia la calidad de nuestra sangre y la economía energética del metabolismo
celular.

Además de la toxicidad generada por los malos hábitos alimentarios, estamos expuestos continuamente a otros elementos oxidativos también provenientes de la dieta, que dañan nuestra microbiota intestinal y promueven un biofilm (capa de mucosa adherida al epitelio intestinal) tóxico solapado a las paredes del colon:

En el que se acumulan los aditivos químicos añadidos a los alimentos, pesticidas y herbicidas de los vegetales no ecológicos, medicamentos y hormonas utilizados para la cría intensiva de animales, metales pesados, sustancias tóxicas liberadas por utensilios de cocina inapropiados, el agua corriente que bebemos (llena de metales pesados y cloro), abuso o mala praxis de
ingestión de fármacos y drogas, etc.

La toma de antibióticos, el consumo de alcohol, la contaminación atmosférica (polución y radiación), el estrés y el sedentarismo, son otros factores importantes que afectan negativamente a nuestro intestino y a su microbiota huésped.

Si la mucosa y el epitelio intestinal, se ven seriamente comprometidos en el tiempo, puede dar lugar a lo que se conoce como Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) y a otras patologías vinculadas.

De esta manera se produce permeabilidad en las paredes del intestino y hay agentes patógenos que, en condiciones normales, no podrían acceder al torrente sanguíneo, tales como proteínas y microbios.

Estos logran pasar a la sangre generando reactividad en tejidos y órganos, trasladando allí la inflamación de forma soterrada y produciendo finalmente síntomas lejos de su foco de origen. La alteración, provocada por algunos de los factores mencionados anteriormente en nuestros intestinos, puede desembocar fácilmente en una disbiosis intestinal, intestino permeable, enfermedad de Crohn, cáncer de colon u otras enfermedades autoinmunes.

En resumen, podemos afirmar que la calidad y composición de la sangre dependen íntegramente de nuestros intestinos, siendo estos las raíces de la salud y la enfermedad. Debido a esto​ es sumamente importante promover unos intestinos sanos y limpios, apoyando su regeneración y mantenimiento para disfrutar de una buena salud.

Para ello la manera más directa y definitiva es a través de la alimentación, siendo conveniente evitar o disminuir los alimentos altamente procesados, refinados (granos pulidos, harinas blancas, sal de mesa y azúcar) y de procedencia animal (carne,
pescado, lácteos y huevos).

Hemos de apoyar nuestra dieta en alimentos completos de origen vegetal como granos y semillas integrales, legumbres, verduras y frutas frescas preparados debidamente.

Pero el consumo habitual de vegetales fermentados es especialmente interesante para preservar la integridad de nuestros intestinos y la flora saprófita que los habita. Alimentos como como el chucrut (col fermentada), el miso y el tempeh (soja
fermentada), el kimchi (verdura adobada fermentada), y las bebidas probióticas como la kombucha, los Tíbicos (kéfir de agua)
y en general todos los productos fermentados que hayan sido elaborados mediante procesos naturales de fermentación acidoláctica.

Es importante procurar en todo lo posible consumir alimentos de procedencia ecológica. Esto es esencial si queremos reducir significativamente la exposición a contaminantes químicos y antibióticos presentes en la ganadería y agricultura
convencional.
Otro factor importante para la regeneración de un intestino permeable es la ingesta de Glutamina.

La GLUTAMINA es un aminoácido básico, abundante y muy polifacético. En el intestino es un precursor natural de diferentes postbióticos (los micronutrientes derivados de la fermentación).

Ayudan a la microbiota a generar determinados fitoquímicos como el butirato, que protegen y restablecen el equilibrio en el epitelio intestinal. Especialmente recomendado para cualquier disbiosis o inflamación intestinal; en especial del colon. La
glutamina también tiene otras cualidades:

  •  Ayuda en el crecimiento de la masa muscular
  •  Restauración más rápida de las reservas de glucógeno muscular después del ejercicio extenuante
  • Reparación del tejido muscular esquelético
  • Mantenimiento de la función neurológica normal
  •  Incremento de la atención y de las funciones cognitivas
  •  Mantenimiento de las defensas frente a microorganismos gastrointestinales patógenos
  • Potencia la síntesis de enzimas y proteínas intestinales
  •  Es el mejor micronutriente para la disminución de la permeabilidad intestinal
  • Potencia la salud del sistema inmunológico

 

La Glutamina PLUS  va acompañada del Ácido Butírico en su fórmula de butirato.
Este ingrediente es un ácido graso de cadena corta producido como resultado de la descomposición bacteriana de la fibra dietética. Se alimenta de las células epiteliales de la mucosa que recubren la pared intestinal y es esencial en el mantenimiento de la
integridad de la pared gastrointestinal.
El butirato combinado con la glutamina tiene una alta potenciación en diferentes áreas:

  •  Renueva la microbiota del intestino grueso
  • Ayuda a que la microbiota positiva se adhiera a la pared del  tejido epitelial
  • Es una fuente primaria de energía para el crecimiento de nuevas  células intestinales
  •  Ayuda a que el  mecanismo de renovación natural del tejido intestinal funcione

correctamente

  •  Mejora la producción de enzimas digestivas y tiene un papel de apoyo en la

función inmune del intestino

Finalmente se trata de entender que hay que abordar la limpieza y regeneración del intestino con una estrategia integral que se prolongue el tiempo suficiente para ser efectiva. No existen los remedios milagrosos. Por ello, en Microviver proponemos un
PROTOCOLO DE REGENERACIÓN INTESTINAL, dividido en 5 pasos.

 

Si deseas contactar con nosotros:

pedidos@microviver.com 

+34 655 249 900

Os animo a experimentar TODO por vosotros mismos.

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