Hoy vamos a hablar de una bebida extraña, salada, probiótica y muy poderosa.

Es el Kvass de remolacha.

De sabor profundo levemente terroso, salado y algo dulce, es muy vitamínica, remineralizante y reconstituyente.

Las propiedades innatas de la remolacha se conjugan con las propias obtenidas en la fermentación ácido láctica, proveniente de la acción de la sal sobre el tubérculo de las remolachas. La sal extrae el jugo de la remolacha y activa a los microorganismos del vegetal, principalmente se generan grandes cantidades de bacterias del ácido láctico.
La bebida además potencia las propiedades de la remolacha por efecto de la acción microbiana sobre su composición.

Tiene grandes virtudes reguladoras del aparato digestivo, mejorando en la asimilación de nutrientes y la función de los órganos digestivos.

El proceso fermentativo mejora la biodisponibilidad de la composición micronutricional de la remolacha, aumentando la absorción de minerales como el hierro, el potasio, el manganeso y el magnesio por parte de nuestro organismo. Además incorporamos una importante cantidad de flavonoides, especialmente betaína, y vitaminas como la A, C, B1, B2, B3, B6 y ácido fólico.

El alto contenido de enzimas digestivas, ácido láctico y las bacterias que los producen, le da a la bebida una calidad limpia, muy probiótica, digestiva y depurativa.

Es un excelente aporte para recuperarse de estados inmunodeprimidos, decaimiento general y para el mantenimiento corporal, después del ejercicio físico.

La sal extrae el jugo de la remolacha y activa a los microorganismos del vegetal, principalmente, se generan grandes cantidades de bacterias del ácido láctico.

La bebida acabada tiene grandes virtudes reguladoras del aparato digestivo, mejorando la asimilación de nutrientes y la función de sus órganos.

El alto contenido de enzimas digestivas, ácido láctico y las bacterias que los producen, le da a la bebida una calidad limpia, muy probiótica, digestiva y depurativa. Es un excelente aporte para recuperarse de estados inmunodeprimidos, decaimiento general y para el mantenimiento físico.

Además contiene un buen aporte de hierro.

Cómo tomarlo y cuánto
El kvass de remolacha es una mezcla de sabores; ácido, agrio, algo dulce, un poco salado.

De un color granate profundo que al diluirlo con agua se vuelve fucsia, rosado y con un brillo especial que alegra el ojo y reconforta con solo mirarlo.

Normalmente se toma entre 50 y 100 ml por la mañana y por la tarde, para promover una buena digestión y detoxificación.

No es necesario tomar mucha cantidad, tampoco apetecería beber una botella entera al día como con otras bebidas. En este caso, menos es más. Y si lo puedes tomar con el estómago vacío, le sacarás el mayor beneficio. También puede ser una especie de vino digestivo para comer. O se puede mezclar con otras bebidas, batidos, zumos, agua, etc.

En Microviver elaboramos un vinagre de Kvass debido a que el proceso fermentativo, de la remolacha (siempre de origen ecológico) es de más de un año.

Y es sabido que en la fermentación acidoláctica, cuanto más tiempo pasa un producto en fermentación mas concentración de principios activos y probióticos se acumulan.

Por tanto recomendamos tomar un tapón (10 ml) diluido en agua una o dos veces al día.

Por supuesto esta bebida puede ser un ingrediente estupendo para aligerar o enriquecer cremas vegetales, patés, ensaladas…

Ander Urederra
Investigador microbiótico y creador del proyecto SimBioLab

 

 

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