La kombucha es llamada de muchas maneras:

El Hongo de la Inmortalidad, el té de la vida, el Elixir secreto de la larga vida…

 

Hoy en día se ha popularizado tanto que ya se puede encontrar en cualquier supermercado o restaurante; y hay docenas de marcas que la fabrican, como la cerveza artesana.

Se dice que en China lo utilizaron hace aproximadamente 2.200 años para llegar a la inmortalidad. También dicen que Stalin lo tomaba y que Ronald Reagan controló su cáncer con ella. Hay más de 80 nombres para referirse a la Kombucha en todo el mundo, lo cual indica su gran valor y popularidad.

En España apenas era conocida hace 20 años, cuando empezamos de la mano de Ander Urederra, nuestro maestro fermentador con los primeros pasos de su divulgación.

Hoy en día  son millones de personas las que en el planeta siguen el ritual diario de beber este elixir de té fermentado que puede ayudar a curar casi todos los males de este mundo.

La zooglea de Kombucha, como técnicamente se la denomina, es un cultivo simbiótico de levaduras y bacterias beneficiosas, que tienen la apariencia y textura de una medusa o una sepia. Viven y se reproducen en un fermento a base de té con azúcar, cuyas propiedades extraordinarias la han colocado en la cima de los remedios caseros para todo tipo de dolencias en casi todos rincones del mundo.

El Té de Kombucha tiene un espectro de acción muy amplio, pero principalmente sus efectos terapéuticos y nutritivos los sentimos en la regeneración de nuestra microflora intestinal y el consiguiente reforzamiento del sistema inmune. Este efecto depurativo y regenerador  ayuda a desintoxicar el organismo y a mejorar las digestiones beneficiando directamente a los órganos implicados en la asimilación de nutrientes y a los encargados de excretar los residuos, que  incluye también a los pulmones y la piel.

Composición de la bebida

La Kombucha está formada por la combinación de un té con azúcar (glucosa) fermentado en un recipiente con una “madre de Kombucha” que tiene la apariencia de un hongo gelatinoso. Dicho hongo en realidad es una biocapa formada por un conjunto de dos familias diferentes de microrganismos beneficiosos que conviven en simbiosis perfecta: La familia bacteriana de los Medusomyces gisevi (consistente principalmente en  cepas de Bacterium xylinum, Gluconobácter oxydans) y la familia de las levaduras del género Ascomicetos ( Saccharomycodes ludwigii, Saccharomyces cerevísiae, Schizosaccharomyces pombe, Pichia fermentans y Zygosaccharomyces bailii

La especial combinación de cualquier clase de té (verde, negro, rojo…) con azúcar y la “madre Kombucha” convierten la sacarosa del azúcar en glucosa y fructosa, pasando después a formar un alcohol etílico débil (menos del 0,5%), gas carbónico (CO2) y ácido acético (vinagre). Todo ese proceso ocurre en una fermentación lenta (entre siete y quince días) y aeróbica (con aire para dejar salir el CO2), hasta formar en la superficie del líquido una película gelatinosa parecido a una medusa o un calamar. Si esta “madre Kombucha” recibiera alimento (glucosa) continuamente, seguiría creciendo indefinidamente. Por este crecimiento exponencial y por sus propiedades salutíferas a la Kombucha también se la conoce como el “Hongo de la Inmortalidad”.

La fermentación que se produce es del tipo ácido-láctica con valores finales del 2,5 de pH, en la cual no pueden convivir ningún tipo de bacteria o microrganismo patógeno.

La especial población de microrganismos de la Kombucha utilizan la materia prima del agua, el té y la glucosa para generar un impresionante cóctel de:

Antioxidantes, aminoácidos, vitaminas (B1, B2, B3, B6, B12, ácido fólico, C, D, E y K.), minerales dependiendo del te que se use (hierro, potasio, zinc, manganeso, cobre, calcio, magnesio, fluoruro ), antibióticos, enzimas (invertasa, amilasa, catalasa, sacarasa, enzima coagulante, proteasa…) y diferentes ácidos (  glucónico,  L-láctico, tartárico, málico, cítrico..).

Todos estos ácidos son los responsables de proporcionar el sabor ácido característico a la Kombucha.  La presencia de cafeína en el fermento oscila entre 3 y 6 mg. por litro dependiendo del té utilizado y las condiciones de fermentación. Ya hemos dicho que  la fermentación no es de carácter alcohólica, puesto que el resultado final de la bebida no pasa de 0,5º de alcohol.

Aunque todos estos elementos justifican en gran parte los increíbles efectos salutíferos de la Kombucha, en realidad ninguno de ellos puede contemplarse por separado o replicarse su formulación artificialmente en un laboratorio.

Es “el campo” generado por los microrganismos en su asociación armónica con los micronutrientes excretados, que producen  los efectos terapéuticos de esta bebida  probiótica. Y ese “campo” de amplio espectro e imposible de reproducir porque está vivo, es el causante en cada persona de un efecto positivo diferente.

El Vinagre de Kombucha de Microviver

La Kombucha se tarda en hacer, a partir de una infusión de te y otras hierbas, entre una semana y un mes; en función del calor ambiental que exista. Cuanto mas calor, menos tarda en su proceso de fermentación.

En la kombucha comercial, se le suele añadir algunos ingredientes de conservantes, al igual que el CO2 que genera las burbujas; y por supuesto se la suele pasteurizar para evitar sustos, acabando con la mayoría de sus cualidades probióticas.

En Microviver fabricamos un Vinagre de Kombucha que se mantiene en los bidones de fermentación al menos 9 meses.

Todo el proceso es natural y no necesita ningún tipo de conservante o pasteurización.

La cantidad de kombucha que se suele tomar diariamente oscila entre 250 ml y 500 ml. En nuestro caso, el Vinagre de Kombucha Microviver, al estar tan concentrado, basta 10 ml o 20 ml (uno o dos tapones) diluidos en un vaso de agua antes de las comidas o durante ellas, para que cumpla sus efectos probióticos.

También se puede usar como cualquier vinagre, en ensaladas, salsas, sopas, etc.

Y si se quiere hacer Kombucha, se puede usar nuestro vinagre como inóculo arrancador para activar inicialmente un cultivo de kombucha partiendo de la infusión de te azucarada.

Por todas estas razones, al final nuestro Vinagre de Kombucha sale mas rentable que cualquier otra kombucha del mercado.

 

Los beneficios de la Kombucha

Existen muy pocos estudios científicos realmente serios elaborados sobre esta maravillosa bebida y todavía no se conocen muy bien todas sus propiedades, desde un punto de vista médico. Desde las investigaciones realizadas a comienzos del siglo XX, se ha pretendido demostrar científicamente ―aunque sin demasiado éxito― los supuestos beneficios para la salud humana.

Muchos médicos hablan de que los efectos terapéuticos se basan fundamentalmente en el alto porcentaje de ácidos glucónico y glucurónico, L-láctico y acético, así como  de las vitaminas C y B que lleva.

Además de generar un bienestar general y un reforzamiento metabólico, la Kombucha también tiene cierta propiedad ligeramente estimulante por los débiles efectos de la teína que le quedan, propiciando la vitalidad física y mental.

Algunas de las cualidades salutíferas de la Kombucha  ya se han comprobado científica y experimentalmente, como por ejemplo:

la regulación de la flora intestinal, el fortalecimiento de las membranas celulares, la desintoxicación y la depuración, la armonización del metabolismo, el efecto antibiótico y el favorecimiento del equilibrio ácido- base del cuerpo.

También se recomienda para los deportistas, como bebida isotónica que controla el ácido láctico generado con el esfuerzo físico.

La amplia gama de dolencias que pueden ser aliviadas con la Kombucha, de las cuales encontramos testimonios en todo el mundo, es tan increíble que casi podríamos considerarla como una bebida milagrosa.

Esto se puede explicar porque su acción no se dirige a un órgano específico, sino que su influencia abarca a todo el cuerpo.

Genera un efecto positivo, desintoxicante y estabilizador en todo el metabolismo que restaura cualquier órgano o función somática dañada.

Podríamos decir, hablando en general, que la Kombucha aumenta las defensas del cuerpo, equilibra el metabolismo y restablece el bienestar natural.

El Vinagre de Kombucha está integrado en el Protocolo Microviver de Desparasitación, en el que se incluyen 2 unidades

Para consultar el Protocolo Desparasitante Microviver Descárgalo aquí

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